martes, 8 de abril de 2014

A vueltas con un asunto que está empezando a resultar cansado y artificioso


A veces pareciera que hay que alimentar polémicas, aunque sean ya viejas, para intentar tapar carencias que pueden poner en cuestión liderazgos incontestados a lo largo de bastantes años. La tan traída y llevada patada de Busquets a Pepe, colea y nos tememos que lo hará durante bastante tiempo aún si se siguen dando circunstancias adversas, que requieran justificación, para los dos clubes millonarios del fútbol español.

Primero fueron Xabi Alonso e Iker Casillas los que alimentaron la polémica. Ayer, a las puertas de una nueva jornada de Champions, salió Xavi Hernández a los medios para incendiar de nuevo el asunto. "En ningún momento tiene intención de pisar a Pepe. Hablas con él y es un jugador muy honrado. Se está siendo muy injusto con Busquets, cerremos ya el tema porque son quince días. Incluso jugadores del Real Madrid que son compañeros de Sergio en la selección están siendo muy injustos", espetó ayer el segundo capitán blaugrana ante los micrófonos en rueda de prensa.

En una cosa debemos darle la razón, pues son ya demasiados días los que el asunto, en un toma y daca artificial, se asoma regularmente al candelero de la actualidad. En efecto, lo que se pudo ver en las imágenes analizadas una y otra vez tras el partido es que se trató de un hecho poco ejemplar, pero hasta aquí debemos llegar. Comparaciones del mismo con actuaciones muy criticadas de Pepe, como fue la célebre patada al getafense Casquero, no son de recibo. Pepe es un jugador que ha perdido los papeles de manera reiterada en momentos de máxima tensión, que se ha dejado llevar por su temperamento indomable y colérico y que ha dañado visiblemente la imagen de su equipo. En el caso de Busquets, creemos que su acción no es comparable a las del brasileño y que se está creando una polémica artificial alrededor de la misma.

¿Qué se esconde detrás de tanto trasiego mediático y qué se pretende justificar con ello? La liga está en un momento crucial en el que hay que jugar con y sin balón. En el campo y lanzando polémicos balones desde los despachos para intentar desequilibrar al contrincante. Además, la final de Copa está a la vista.

Los dos grandes pueden estar cayendo en un error absurdo, porque su particular lucha por conquistar a cualquier precio el liderazgo del campeonato de liga les puede salir muy caro. Que no olviden que el líder no es ninguno de ellos, sino aquél otro equipo al que intentan ignorar y que calladamente sigue una semana tras otra abriendo el listado de la clasificación. A río revuelto ganancia de pescadores. En este caso, el pescador pudiera llevar una camiseta con rayas rojas y blancas.



Busquets en el ojo de la polémica

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